En medio de las exigencias, los miedos, los roles y las expectativas externas, a veces olvidamos lo esencial: quiénes somos en esencia (seres de luz, provenientes de la fuente del amor). El miedo es quizás el obstáculo más fuerte, porque nos aleja de nuestra verdad y nos hace actuar desde la carencia o la defensa. Pero cuando decidimos volver al SER, el miedo pierde poder y se abre un espacio de calma, claridad y autenticidad.
Algunas prácticas sencillas para volver al SER en lo cotidiano:
- A través de la respiración consciente, cerrando los ojos y haciendo inhalaciones largas y profundas con la intención de conectar con tu SER.
- Dedicando unos minutos a una meditación sencilla, utilizando un mantra que calme el ruido de la mente y nos permita ir hacia adentro en busca del SER.
- Recordando y trayendo a tu mente algún aspecto positivo de ti mismo, algo que despierte gratitud y bienestar.
- Estas son solo algunas opciones, pero cada persona puede encontrar o crear sus propias maneras de volver al SER.