Solo tienes que llenar un vaso con agua y al mismo tiempo que lo estás llenando bajo la canilla ir diciendo: "Que el mal que aquí traigan se lo vuelvan a llevar".
Colocar el vaso en cualquier rincón de la habitación donde vayan a estar las visitas sin ser visto por nadie excepto por ti. Una vez que las visitas se hayan marchado tirar el agua por el inodoro o la pileta del baño.