Tomamos una cáscara vacía de coco y la llenamos con un limón secado al sol, sobre él añadiremos un puñado de raíz de consuelda roja (Potentilla erecta), echaremos un poco de alcohol, un papel donde previamente habremos escrito el mal pensamiento que queremos desterrar de nuestra mente y encenderemos la mezcla, la cual dejaremos arder hasta que el papel quede hecho cenizas.
Lo que quede en el coco puede tirarse a la basura, la cáscara puede aprovecharse para otras ocasiones.