Oh, Madre de Dios, Santísima Virgen María, en este momento de profunda necesidad, acudo a Ti con filial confianza. Tú, que conoces las alegrías y las penas del corazón humano, escucha mi súplica y concédeme tu poderosa intercesión.
Te pido, Madre mía, que intercedas por mí ante tu amado Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
Sé que Tú, como Madre amorosa, siempre estás dispuesta a ayudar a tus hijos. Confiando en tu infinito amor y misericordia, te entrego todas mis preocupaciones y anhelos. Ayúdame a fortalecer mi fe y a mantener viva la esperanza en mi corazón.
En este momento de dificultad, te pido que me ilumines con tu sabiduría y me guíes por el camino correcto. Concedeme la fortaleza necesaria para superar este obstáculo y la serenidad para aceptar tu voluntad en todo.
Te ofrezco esta oración con un corazón humilde y contrito. Amén.