«Señor, en este momento, ante ti, dejo de lado la fiesta
para acercarme a tu perfección, a tu amor incondicional,
a la luz que ilumina todas las cosas y seres que un día creaste.
Te pido humildemente que me concedas un Año Nuevo
lleno de paz, amor, armonía, felicidad y prosperidad.
Abre mis caminos para que pueda conquistar todo lo que he planeado y, más que eso,
para que pueda estar contigo en todo momento,
pues quiero que vivas en mi corazón
y seas la guía de mis pasos. Amén».