"¡Buenos días, mi Señor y mi Dios! Gracias por tu cuidado durante esta noche pasada, y gracias porque me permites ver la luz de un nuevo día. Te alabo, mi Dios, por tu presencia constante y tus bondades en mi vida.
Padre amado, pongo este nuevo día en tus manos. Sé que me ayudarás y me cuidarás y te doy muchas gracias por eso.
Señor, busco tu rostro en esta mañana porque anhelo sentir tu presencia. Gracias porque de ti recibo las fuerzas para enfrentar cada nuevo día. Gracias, porque contigo, aun los momentos difíciles pueden estar llenos de paz. Tú eres mi ayuda constante y mi guía en todo momento. Quiero estar atento a tu voz y vivir este día en obediencia.
Padre, pongo todas mis peticiones y anhelos en tus manos. Sé que hoy será un gran día porque tú me ayudarás. En ti confío por siempre, porque eres el Padre amoroso que cuida de mí. Gracias por tu infinito amor. Enfrento los retos de este día contigo y sé que todo irá bien. En el nombre de Jesús, amén."