¡Oh fuerzas celestiales que deambulan
¡Insoslayables al lado de los mortales!
Ustedes que ayudan al equilibrio pacífico y natural
De este universo y que procuran que el agua regrese
A su cauce.
Hoy, ante ustedes, yo les expongo mi circunstancia
La cual me acorrala y me tormenta con pesar:
Existe una deuda que deseo saldar en este momento
Y que solo lo lograré a través de su mediación.
Les pido, por tanto, que creen las circunstancias necesarias
Para que pueda yo dormir en paz y
Que mi acreedor obtenga lo que es suyo.
Que así sea.
Se debe recitar dos veces en el día (mañana y noche) durante 3 días seguidos