Recoge unas cuantas ramas caídas: una de abedul, una de roble, una de olmo, y una de sauce. Sostenlas sobre el humo del fuego.
Di en voz baja siete veces: “Hechizo deshecho, Ya arde en el fuego. Que lo bueno se vea, En esta madera”.
Rompe y escupe cada rama. Deja que se consuman en la boca del fuego.
El hechizo va a morir cuando se apague el fuego.