El 8 de diciembre es el Día de la Virgen María y simboliza pureza, fe y esperanza. En muchos hogares de América Latina, esta celebración se presta para llevar a cabo el ritual de la noche de velas, que es una expresión de gratitud y devoción hacia la Virgen.
Para canalizar y focalizar esa energía purificadora en el encendido del ritual de las velas, lo ideal es que sean en colores blanco, celeste y violeta. Antes de encender cada vela, escribe en un papel blanco una petición o agradecimiento para la Virgen, enfocándote en áreas de tu vida donde necesites guía o protección. Coloca estos papeles bajo las velas que vas a encender el 8 de diciembre.
Mientras las velas arden reza un Ave María con fe y deja que las llamas consuman las energías negativas, purificando la energía que te rodea.
Finaliza el ritual colocando un pequeño ramo de flores blancas al pie de una imagen o altar dedicado a la Virgen María, como símbolo de ofrenda y devoción.