Se cree que el árbol original nación de un viejo tocón seco en Babilonia. Esta fecha está asociada también con Nemrod, un tirano ateo que según la Biblia construyó la Torre de Babel. Entonces, cada año Nemrod volvía de manera furtiva al lugar donde estaba el árbol y dejaba presentes a sus pies, adoración que también se realizaba en los países del norte de Europa.
Cuando el cristianismo fue extendiéndose por el mundo lo que hizo fue adaptar antiguos ritos. De esta manera las fechas que tenían un reconocido y masivo seguimiento se mantuvieron, adaptándolas. Así que la adoración al dios Sol cada 25 de diciembre pasó a convertirse en la adoración al nuevo Dios cristiano. El árbol adornado en honor a la fertilidad que generaba el dios Sol se convirtió en el árbol de Navida que conocemos hoy.