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Desde niños aprendemos a confiar en la compañía de nuestro Ángel de la Guarda, Guardían o Custodio, que según la oración popular “no nos desampara ni de noche, ni de día”; sin embargo con el pasar de los años abandonamos esta creencia y nos alejamos de esta presencia espiritual. El Ángel de la Guarda nunca deja nuestro lado, aun cuando dudemos de él. Permanece siempre a la espera de nuestro llamado, para prevenirnos del peligro, apoyarnos espiritualmente y ayudarnos en el camino de la evolución. Él nos trae pensamientos positivos, y nos enseña como brindar nuestra ayuda a quien lo necesita.
El vínculo con nuestro Ángel de la Guarda es un gran vehículo sanador, que podemos usar en todo momento, solo basta invocar su presencia en nuestra vida y volver a confiar con la inocencia de los niños.En este curso aprenderás a invocarlo y realizar distintos trabajos energéticos con su bondadosa energía.
Desde niños aprendemos a confiar en la compañía de nuestro Ángel de la Guarda, Guardían o Custodio, que según la oración popular “no nos desampara ni de noche, ni de día”; sin embargo con el pasar de los años abandonamos esta creencia y nos alejamos de esta presencia espiritual. El Ángel de la Guarda nunca deja nuestro lado, aun cuando dudemos de él. Permanece siempre a la espera de nuestro llamado, para prevenirnos del peligro, apoyarnos espiritualmente y ayudarnos en el camino de la evolución. Él nos trae pensamientos positivos, y nos enseña como brindar nuestra ayuda a quien lo necesita.
El vínculo con nuestro Ángel de la Guarda es un gran vehículo sanador, que podemos usar en todo momento, solo basta invocar su presencia en nuestra vida y volver a confiar con la inocencia de los niños.En este curso aprenderás a invocarlo y realizar distintos trabajos energéticos con su bondadosa energía.